El tránsito de barcos por el Canal de Panamá se redujo en un dos por cierto durante el trimestre de enero a marzo. La merma parece algo mínimo, pero tomando en consideración el megaproyecto de ampliación de la vía acuática, es un hecho al que hay que meterle la lupa.
Y no es solamente una reducción a 3,971 barcos transitando por el Canal, sino que el volumen de carga también cayó 2.6 por ciento al descender de 80.4 toneladas a 78.4 toneladas.
Los ejecutivos de la Autoridad del Canal de Panamá culpan a la desaceleración de la economía estadounidense y la crisis hipotecaria que vive el coloso del Norte, lo que se refleja en la reducción de las mercancías transportadas desde y hacia Estados Unidos a través de la vía panameña.
Estados Unidos es el principal usuario del Canal y si esa nación enfrenta problemas económicos, por ende los ingresos del Canal se ven afectados.
La ampliación del Canal requiere una inversión de 5,250 millones de dólares para permitir el paso de los grandes barcos a través de sus esclusas. No hay que olvidar que los estudios para justificar la construcción de esa obra se basan en un incremento de los ingresos vía peajes, para hacer autofinanciable esa obra.
Existe una realidad, de persistir la crisis económica en Estados Unidos, los ingresos del Canal -aún con el alza de peajes adoptado- no serán los estimados por la administración. Ojalá que sea un problema temporal y que en poco tiempos, el número de tránsitos y la carga que pase por la vía acuática, recupere su ritmo normal de crecimiento.