Más de 10 mil panameños han sido contagiados de la mortal enfermedad del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), de los cuales el 70 por ciento han muerto.
Cada tercer domingo de mayo en el mundo se une para desarrollar una vigilia internacional en memoria de las más de 33 millones de víctimas del SIDA. Hoy en todos los países del planeta se encienden velas en solidaridad con esos hermanos que han sido afectados por esa pandemia.
El mal ha crecido desde 1984, cuando se detectó el primer caso en Panamá. A pesar de las campañas promovidas el SIDA galopa entre hombres y mujeres panameñas.
Ante el grave problema del SIDA, los panameños deben cambiar su conducta sexual, de lo contrario la curva epidémica de la enfermedad va a aumentar. Hay que frenar la promiscuidad, promover la fidelidad y los que insisten en su alocada carrera sexual, deben utilizar el condón.
.La enfermedad que antes se pensaba que sólo afectada a los homosexuales y las prostitutas, ahora alcanza a los heterosexuales, que son los de mayor porcentaje de contagio de SIDA.
Existe alarma en las organizaciones médicas de todo el mundo, ya que el SIDA es una enfermedad que esta entre nosotros y peor aún muchos miles de personas la tienen y la está propagando sin saberlo.
Panameños hay que ser responsables, el país no tiene recursos médicos suficientes para atender una epidemia de SIDA.
Hay que hacer un alto al sexo irresponsable. La vida es lo más preciado del ser humano y sería una lastima acabar con ella, por no frenar el libertinaje sexual.
Del mismo modo, debemos tender la mano al prójimo que ha resultado afectado por el mal. Son seres humanos que no merecen discriminación