Los criminales cada día son más intrépidos. Los carteles de la droga tratan de sobornar a campesinos para que les permitan aterrizar sus avionetas con el fin de reabastecerse de combustible que les permita cubrir sus planes de vuelo para llevar la cocaína a sus puntos de destino.
Lo sucedido en Puerto Armuelles es un claro ejemplo. Pilotos mexicanos querían utilizar pistas en las plantaciones bananeras, para sus ilegales propósitos. Una rápida acción del personal del Servicio Aéreo Nacional frustró la operación de narcotráfico al derribar el aparato con matrícula mexicana.
La comunidad no había asimilado ese hecho, cuando la tarde de lunes sujetos enmascarados y armados con fusiles asaltan un camión blindado en un centro comercial de Panamá llevándose cerca de un cuarto de millón de balboas.
No hay duda que la delincuencia está buscando formas sofisticadas para ejecutar sus fechorías. Así las cosas se hace necesario que las autoridades busquen métodos modernos para contrarrestar el crimen, de lo contrario cada día la nación será sorprendida con un nuevo hecho delictivo, convirtiéndonos en una nación peligrosa.
Más que contratar más personal se requiere de un equipo moderno, que permita una movilización rápida frente a la comisión de algún hecho delictivo.