Poco se conoce la suerte y pensamiento de mandos altos y medios de los militares en Panamá, fenómeno que ocurre en la mayoría de los países latinoamericanos, luego de la eliminación de los gobiernos de facto.
En los medios informativos o sociales, nos enteramos cómo muchos de ellos están aumentando su calificación profesionales, en especial, en la carrera de derecho, lo que nos indica que se están preparando para suplantar con elegancia y decoro su carrera castrense.
Ellos deben analizar con bastante profundidad el pasado, para detectar los errores y los aciertos, sin caer en la nostalgia de revivir eventos del pasado, aunque ahora sean egresados de las universidades que les permite otro status más cercano a la sociedad.
Para asimilar este perfeccionamiento a través del estudio, el escalafón militar debe darles un reconocimiento, que podría ser facilitarles el ascenso, según los años de servicio.
De esta manera, los niveles de mando estarían con una mentalidad más ciudadana y de respeto a las instituciones, estableciendo el mismo lenguaje civilista y nacionalista que es tan necesario en este sector. Entre más se activa la persona en el quehacer intelectual más puede entender el devenir de la historia porque, como andan las cosas, el país corre peligro de sufrir las consecuencias del mal uso de la democracia.
En la medida que la democracia económica se va de las manos de las mayorías para el beneficio de una minoría opulenta, también la democracia política, se comienza a limpiar y esto nos puede llevar a situaciones parecidas a la de Venezuela, si los uniformados no entienden que este es un proceso largo y de maduración.
