Las reclamaciones de familiares que han perdido seres queridos a consecuencia de la irresponsabilidad en el manejo de los conductores de "diablos rojos" cae en oídos sordos. Nadie escucha el clamor de cientos de personas que han vivido la irreparable pérdida de un ser amado.
La justicia parece haberse ido de paseo, quizás con la ayuda de las autoridades que no hacen nada. Siempre se espera que alguien muera para salir ante la opinión pública para decir lo que nunca harán. Un ejemplo es el caso de la mujer embarazada que murió hace más de tres años en la calle que conduce al hospital San Miguel Arcángel. Prometieron un puente y nada. La ciudadanía piensa que las autoridades esperan que otra persona muera del otro extremo para hacerlo.
La Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre debe ponerse los pantalones para y sancionar de forma ejemplar a los conductores irresponsables. No es posible que haya gente libre después de haber matado a un peatón por irresponsabilidad.
Los panameños esperan seriedad, pues estas personas parecen burlarse de todos. No portan uniformes, siguen con las regatas, tienen música estridente, son groseros, no cumplen con las medidas de seguridad, no realizan mantenimiento adecuado a sus autos, en fin, un millón de situaciones más que nadie aguanta.
¿Cuándo se modernizará esto? Es la gran pregunta que se hacen todos. Ya la gente está cansada de tanta irresponsabilidad en el servicio de transporte colectivo y selectivo.
De continuarse las irregularidades y si las cosas siguen tal como están lo más recomendable es colocar a funcionarios que en verdad pongan a esta gente en cintura.
No más muertes es la consigna del panameño. ¡Basta ya!