Muchas mujeres panameñas no saben el riesgo que corren sus bebés dentro de sus vientres porque no saben en realidad qué es una toxoplasmosis.
La toxoplasmosis es una infección producida por un parásito que si se contrae fuera del embarazo no ocasiona ningún problema; sin embargo, si se padece durante la gestación las consecuencias para el bebé pueden ser muy graves.
El riesgo y la gravedad dependerá del momento de la gestación en que se ha contraído esta enfermedad. Los estudios realizados apuntan que el periodo más grave es el primer trimestre. Si la infección se contrae durante el segundo trimestre el riesgo disminuye de un 30 a un 50 por ciento, y si se produce en el tercer trimestre, las posibilidades de que el feto se afecte son aún menores.
Los problemas que pueden surgir son bastante graves. Los más comunes son infecciones oculares, pérdidas de audición, hidrocefalia o retraso mental. Incluso, si el feto se afecta durante las primeras semanas, en muchos casos es la causa de un aborto espontáneo .
En los primeros análisis que se realicen en la gestación se determinará si ya tienes o no anticuerpos contra el toxoplasma.
Si el resultado es positivo, significa que ya has pasado esta enfermedad y, por tanto, no hay riesgo para el embarazo. Además, se podrá determinar si la infección ha sido reciente o ha ocurrido hace tiempo.
Lo mejor en estos casos es seguir las recomendaciones médicas, tales como:
No comer carnes crudas o pocos hechas, la carne cruda es el lugar ideal para este parásito.
Prescinde de los embutidos. Lava bien la fruta y la verdura antes de consumirla. Procura no comer ensaladas o verduras crudas fuera de casa.
Si convives con un gato conviene que te alejes de él mientras dura el embarazo. Las gallinas o las palomas también pueden transmitir la infección, por eso no debes ocuparte del cuidado de estos animales.