El Vaticano criticó con duros términos la decisión argentina de relevar a un obispo castrense que declaró recientemente que se debería ``tirar al mar'' al ministro de salud de su país por su posición en favor del aborto.
El gobierno argentino anunció el viernes que desplazaba de su puesto al monseñor Antonio Baseotto, nombrado por el Papa Juan Pablo II en el 2002 para desempeñarse como obispo de las fuerzas militares en la nación sudamericana.
``Generalmente no efectúo comentarios sobre noticias de la prensa'', expresó el portavoz del Vaticano Joaquín Navarro Valls que denunció las medidas argentinas, en el caso de que sean confirmadas.
``Obviamente, si se impide ejercer el ministerio pastoral a un obispo legítimamente nombrado por la Santa Sede según las normas del derecho canónico y los acuerdos vigentes, nos encontraríamos frente a una violación de la libertad religiosa, así como de estos acuerdos'', sostuvo.