Fundada por Francisco Valverde y Mercado en 1597, la ciudad de San Felipe de Portobelo llega hoy a sus 408 años de fundación como testigo de las hazañas de la época colonial, los combates en su bahía y el oro que por décadas se guardaba en su Real Aduana y Contaduría, edificio que luce imponente desafiando los siglos y que con los aportes del Gobierno nacional y la Agencia Española de Cooperación Internacional, ha revivido.
IMPORTANCIA
El área se convirtió en una de las más importantes de la corona española en la época en que la madre patria buscaba fortalecer su presencia en el Nuevo Mundo.
El aporte de esta región ha sido significativo para la cultura nacional, máxime por su posición geográfica que permitió desde siempre la comercialización del oro en las ferias que trasladaban desde Perú hasta el
Istmo a compradores que convertían el sector en una verdadera zona libre de intercambio.
TRANSFORMACIONES
Portobelo no ha sufrido grandes transformaciones, ya que a pesar de los cuatro siglos transcurridos, se conservan sus fuertes que sirvieron en aquel entonces de defensa contra piratas y corsarios que buscaban apoderarse de las riquezas.
La herencia de Portobelo es indiscutible, por lo cual es frecuentemente visitada por extranjeros convertiendose en una parada obligada, en la cual podrán llevarse algún recuerdo con la estampa de la población que guarda parte de la historia colonial del Istmo.
OTROS ATRACTIVOS
Otro de sus atractivos, es sin duda la imagen de Jesús Nazareno, el Cristo Negro, que anualmente recibe más de 100 mil visitantes.
Cinco corregimientos refuerzan la presencia de recursos sin explotar en esta zona del Atlántico panameño: Portobelo cabecera, con su parque nacional; Cacique y Puerto Lindo, por sus playas e islas; Isla Grande, por su belleza y María Chiquita por su atractivo natural.
Hoy es un lugar donde conviven los ciudadanos de todas partes del mundo por establecer su residencia muchos extranjeros. Los atractivos se complementan con cabañas y casas de hospedajes, restaurantes que ofrecen especialidad en la cocina de mariscos, el peregrinaje de miles para el 21 de octubre de cada año y la procesiòn del Miércoles Santo.
FESTIVAL DEL CONGO
En los últimos cuatro años, la celebración del Festival del Congo y del Diablo, cautiva a cientos de personas que se trasladan para esta competencia, mientras que en deportes la realización de la Triatlón desde La Guaira hasta el pueblo cabecera adiciona más visitantes que no dejan de pasar las oportunidades para conocer la herencia cultural del lugar.