Esta ha sido la peor campaña política que hemos visto desde la invasión que trajo la Democracia, han comentado muchas personas.
Les he contestado que estoy completamente de acuerdo con ese planteamiento. Es más, si pensamos en campañas de antes del golpe militar (en la llamada Patria Boba), también podemos decir lo mismo.
Y todo comenzó con las llamadas Primarias para seleccionar a los candidatos.
En lugar de convertir el evento en una muestra democrática, porque así se ponía fin al "dedo" o la "rosca" de los jefes de partidos, lo que sobró fueron insultos.
Con asombro, los panameños presenciamos unas primarias donde los candidatos (tanto del partido oficialista como de la oposición), se dijeron hasta "vela-verde" sin ninguna verg�enza.
Muchos nos preguntábamos �cómo iban a seguir esas relaciones entre miembros de un mismo partido, luego de la sarta de insultos que se dijeron buscando el voto?.
Pero como en "política no hay sorpresas si no sorprendidos", vimos que quien perdió la cabeza quedó de vicepresidente.
Es cierto que para ser político "se deben comer hasta sapos", como dicen en los manglares de Chame.
Imagino lo incómodo que debe ser para doña Balbina tener a su lado, a la persona que le dijo de todo para que no ganara la postulación.
Igual sentimiento debe tener don Ricky con Juan Seco.
Los desaciertos de esta pobre campaña política no terminaron con las primarias.
Ahora la mayoría de la propaganda de cada uno de los dos principales grupos políticos ha sido para insultar al contrario.
El pueblo panameño lo que realmente desea saber de los candidatos son sus propuestas para mejorar este país. Especialmente en qué tiempo la harán y de qué forma.
No creo que sea muy efectiva la propaganda de insultos, porque ambos candidatos tienen "rabo de paja".
Añada a estos desatinos la actitud asumida en algún momento por los candidatos.
En la oposición parece que "se le fue la mano en pollo" a Don Ricky. No es lo mismo querer ser gracioso que payaso...
Doña Babi, por su parte, "la metió" con el latazo y demostró que cambia de argumentos como de zapatos...
Y para aumentar el enredo político, se aparece Murcia con sus millones...
