No es posible que muchas escuelas aún estén en reparación, mientras en otras centros educativos los estudiantes no tienen dónde sentarse para recibir sus clases.
Por ello, algunos padres de familia consideran que las autoridades educativas debieron aplazar el año escolar para después de la Semana Santa.
Francisco Campo, sostuvo que era mejor comenzar en el mes de abril para darle tiempo a las empresas contratistas, para que terminaran con tiempo las reparaciones de las escuelas.
Clases por módulos
En el caso de Veraguas, hay cientos de estudiantes de la Escuela Básica General de Boró, que reciben sus clases por módulos, mientras el panorama que se tiene con relación a la terminación de los trabajos de remodelación, que se iniciaron el año pasado en ese plantel, aún es sombrío.
De acuerdo con Dalis Alaín, docente del Colegio Belisario Villar, el cual permanece cerrado por la fibra de vidrio y que lleva tres años en esta situación, las clases comenzaron y aún todavía no se tiene las garantías para que sea ocupado por estudiantes y docentes.
Los trabajos que se hacen para limpiarlo de las afectaciones no están certificadas.
Otra situación delicada, es que no debe haber motivos para que todos los años se gasten grandes sumas de dinero en reparaciones de escuelas como si fuese la primera vez.
Según los padres de familia nadie cuida a los centros educativos, y ya es hora que el Ministerio de Educación (MEDUCA), ponga un alto a estas anomalías y que los estudiantes empiecen a cuidar lo a todos nos cuesta.