Con los colegas y amigos tenía una excelente relación y acostumbraba a invitarlos a reuniones familiares.
Le gustaba mantenerse actualizado en el mundo del arte y participaba en concursos de dibujos fuera del país por correspondencia, recibiendo certificados de reconocimiento por su buena participación.
Era un hombre dedicado a la docencia, cuentan sus alumnos que siempre estaba en el salón dibujando, que cuando ellos entraban a dar sus clases ya tenían en el tablero el trabajo para dibujar, no exigía a sus alumnos un trabajo a la perfección, pero sí les ayudaba para que lo ejecutaran lo mejor posible; además, nunca exhibía a sus alumnos por algo que no podían hacer.
Olivardía, es uno de los pioneros de las artes plásticas en Veraguas, junto al profesor Ramón Fernández, pintor, dibujante, caricaturista y rotulista.
Por las limitaciones de la época, Olivardía pintó muchos murales en diferentes cantinas y centros comerciales, también hacía trabajos alegóricos para la feria del tomate en Coclé y para las Verbenas Normalistas en Santiago.
Realizó la decoración para algunas obras dramáticas, tales como "Maestro por accidente" de Nicolás de J. Caballero y "La Montaña Encendida" de Mario Riera Pinilla.
Estuvo a su cargo confeccionar los nombres de los diplomas, de maestros graduandos de la Escuela Normal.
También diseñó el Escudo del Municipio de Aguadulce, pintó a San Vicente de Paúl en el Colegio que lleva su nombre en Santiago, se ganó el concurso para dibujar el Escudo del Colegio José Santos Puga y fue el creador del estandarte de la Escuela Nocturna Oficial de Santiago de Veraguas.
Según cuenta Nicolás de J. Caballero, "en la Escuela Normal se conserva un trabajo al óleo del Dr. Juan Demóstenes Arosemena y otro de Justo Arosemena.
En la dirección del plantel hay un magnífico cuadro al óleo titulado "La Feria de Portobelo y en el escenario del Aula Máxima hay un mural con tema alegórico que sorprende por su creatividad y colorido" y también en el Consejo Municipal de Santiago se encuentran dos cuadros al óleo.
Es muy frecuente en las obras de Olivardía los retratos de colegas por ejemplo, el retrato a carboncillo del profesor de estudios sociales Jorge Alcedo y también un óleo de la profesora de inglés Yadira Omaira García, así como trabajos a lápiz o carboncillo de personalidades santiagueñas; también, muy escasamente, se encuentran algunas en colecciones privadas.
Luis Olivardía fue un hombre que, como pintor, no utilizó su talento con fines lucrativos, muchas de sus obras fueron obsequiadas a amigos y colegas y en otros casos cobraba sumas irrisorias.
Poco a poco se fue extinguiendo esa luz en ese inmenso llano, producto de una diabetes que le comenzó por una afección en un pie que le impedía ir a su salón de clases con zapatos; después sufre una amputación de pierna y finalmente, el 12 de marzo de 1971, fallece Luis Olivardía a la edad de 50 años.
Continuaremos recordando al profesor Olivardía el próximo domingo.