Rolando Quezada Vallespi, el juez Primero Penal, fue en sus años mozos boxeador. Con el paso del tiempo este hombre próximo a cumplir 68 años cambió los guantes por el Derecho.
En una entrevista con "Crítica" reveló que hizo varios combates aficionados en el deporte de las narices chatas y orejas de coliflor.
"Hice varias peleas. Gané unas cinco y perdí otras tres", expresó Quezada, quien afirma que no tenía ningún apodo o nombre de guerra durante esa fase de boxeador.
El abogado que se crió en Plaza Amador y realizó sus estudios secundarios en el Instituto Nacional, recuerda que era un estilista dentro del cuadrilátero, pero con cierta potencia en sus puños.
Al preguntársele si tenía "quijada de vidrio", el juez se sonríe y responde: "podría ser o no ser".
Quezada se graduó de abogado en 1964 en la Universidad de Panamá. Ejerció por 17 años y a partir del año 1990 ingresó al Órgano Judicial. Anteriormente fue escribiente en el año 1969, en el Juzgado Séptimo Penal".
¿Es cierto que llega súper temprano a su despacho?
R. "A las cinco de la mañana".
¿Qué tipo de música le gusta?
"Por regla general soy fanático de la salsa".
¿Su lectura favorita?
"Leo los libros de Mario Vargas Llosa, sobre todo "Travesuras de una niña mala" y un libro como "El Chacal" del escritor británico Frederick Forsyth.
El jefe del Juzgado Primero tiene en su haber un récord y no precisamente en el boxeo, sino en la esfera judicial. Fue el primer juez panameño que impuso una condena por lavado de dinero.
El sentenciado fue el colombiano Eduardo Martínez Romero, a quien se consideraba el cajero del Cartel de Medellín.
Martínez Romero lavó cerca de $1,200 millones a través de una organización que denominaba "La Mina". En 1989 fue extraditado por el gobierno colombiano a Estados Unidos, donde fue sometido a un juicio en Atlanta, Georgia, pero hace rato abandonó la prisión.
Rolando Quezada condenó en ausencia a Martínez Romero.
El juez panameño afirmó que "jamás en su vida" ha recibido amenazas por sus actuaciones.
RECORD JUDICIAL
El jefe del Juzgado Primero tiene en su haber un récord y no precisamente en el boxeo, sino en la esfera judicial. Fue el primer juez panameño que impuso una condena por lavado de dinero. El sentenciado fue el colombiano Eduardo Martínez Romero, a quien se consideraba el cajero del Cartel de Medellín.