La prensa y los altos funcionarios estadounidenses se mantuvieron al margen este sábado de la polémica en Italia por la muerte de un agente de inteligencia de ese país, alcanzado por disparos de soldados de Estados Unidos, que además hirieron a la periodista Giuliana Sgrena, liberada tras un mes de cautiverio.
El sábado en la mañana la Casa Blanca no quiso reaccionar a las declaraciones que ofreció Sgrena estimando que los disparos durante su liberación el viernes no se justificaban por la velocidad a la que iba el vehículo en el que viajaban con su compañero Pier Scolari.