Existe una gran cantidad de fanáticos de nuestro béisbol mayor que asiste a los estadios no precisamente a animar a su equipo de su provincia, sino a insultar y retar a los señores vestidos de azul o negro que tienen que poner orden en el juego, nos referimos a los señores árbitros.
Ser árbitros en los campeonatos nacionales de béisbol juvenil y mayor en Panamá, no es nada fácil como lo cuentan ellos mismos.
Esto es una profesión, un trabajo como cualquier otro, aducen; por lo que le piden a la fanaticada en diferentes provincias que no sean tan injustos, y que los disculpen cuando se equivocan, ya que es de humanos equivocarse; y “nosotros tratamos lo menos posible de equivocarnos”, me dijo un polémico y polifacético árbitro interiorano.
Poner orden a 18 hombres que están jugando, más los que están en la banca, y peor aún soportar al monstruo de las mil cabezas que les recuerdan a la que los trajo al mundo, no es nada fácil.
A los fanáticos, no sean tan fanáticos, perdonen a estos señores por sus equivocaciones, gracias a ellos podemos ver los campeonatos nacionales, que nos apasionan tanto.
Siempre las mejores fotos, entrevistas y tomas televisivas son dedicadas a los actores del show: los jugadores; hoy le dedicamos un espacio a los “hombres de azul”, que también se lo merecen... ¡Felicitaciones árbitros panameños!
EN ORDEN
Los árbitros ponen en orden a los miembros del equipo, que a veces no aceptan sus decisiones.