Los marañones tienen diferentes pigmentación, pero todos tienen el mismo sabor y los mismos nutrientes, sin embargo a criterio de Luis Delgado, se le debe dar mejor utilidad y buscar los mecanismos de aprovechamiento que se pueda llevar hasta los mercados nacionales como cualquier otro producto.
Hace dos tres años, millones de "ñongas" se recogieron en Veraguas, Herrera, Coclé y Los Santos para llevarlas a la India, sacar su nuez, quitar la concha y producir un aceite especial para naves, y de allí muchas personas se ganaron buenas sumas de dinero con la venta por libras de las pepitas que por años se pierden en nuestro país.
Se dieron varios embarques hacia los países de oriente, pero ahora se desconoce qué pasó, que ya no se está vendiendo estas semillas de marañón a estos países, como antes.
Lo cierto es que esta fruta tropical nutritiva que abunda en cualquier parte de la campiña interiorana, se pierde y se consume muy poco por la falta de conocimiento en la conservación para que dure todo el año.