No ha sido fácil para la familia obtener el sitial que ahora tienen, sin embargo, la señora Castro indica que una de las mayores dificultades al inicio fue la falta de frutas y su variedad, pues no existía hace algunos años en Coclé la cultura de sembrar frutas, práctica que aún impera, aunque menos.
“Esto es un problema porque los campesinos siembran sólo en sus patios y nosotros necesitamos grandes volúmenes de frutas. En el caso del tamarindo, que es de temporada, no hay nadie que lo siembre y es por ello que enfrentamos ese tipo de dificultades”, expresó.
Esta es una compañía con varios años de experiencia. Para ellos la clave es las buenas relaciones con los clientes y proveedores, pues el interés es construir una organización efectiva, incorporando la integridad y la honestidad, según expresaba mientras laboraba la señora Aritza Castro.
Iniciaron en su residencia como agroindustria casera la leche de coco, "porque pensamos que era necesario hacer algo con el coco, y fue muy positivo, pues se logra vender muy bien".
“Con miras a darle mayor estabilidad al negocio, nos ampliamos a las otras frutas tropicales como la piña, maracuyá, naranja, entre otras".