El complejo de inferioridad es un sentimiento muy triste, doloroso y trágico. Muchas personas poseen buenas cualidades, grandes atributos morales, espirituales y emocionales, tienen conocimientos y experiencias muy positivas y están capacitadas para triunfar tremendamente en un campo profesional determinado; pero padecen de un profundo y terrible complejo de inferioridad.
Estas personas fracasan, no por falta de cualidades, sino por una imagen tan negativa, un concepto tan pobre de sí mismas, por un pensamiento tan triste de sus capacidades de lo que son como personas. Sucumben catastróficamente en el fracaso por creerse inferiores.
Dios creó a gente baja y alta, grande y pequeña, delgada y gruesa, negros, amarillos, cobrizos y blancos. El jamás mostró preferencia por algún tipo, tamaño, semblante o color determinado y ama por igual a todas las personas, aunque sean diferentes.
Sacúdase de una vez por todas de ese complejo e inferioridad que le impide realizar en su vida las metas y valores que usted siente y que debe cumplir. A Jesucristo, el Hijo de Dios, nuestro Señor maravilloso, no le importó llevar siempre la misma túnica, el mismo manto. Jesucristo jamás bajo la cabeza ante algún tipo de poder ni ser avergonzó por su origen humilde ni porque le llamaran carpintero o hijo de un carpintero; porque conocía perfectamente bien su dignidad y su valor. Jesucristo, el Señor es Hijo de Dios en el sentido pleno, pero usted también es hijo de Dios en Cristo, hecho a Su imagen y semejanza y templo del Espíritu Santo. Usted es una persona maravillosa, fantástica, única, original e increíble, como ninguna otra que haya existido en la faz de la tierra. Despierte, abra sus ojos y aprenda de una vez por todas a desterrar ese sentimiento de inferioridad que es tan trágico y lamentable. Si usted se acerca al Señor y lo busca, Él puede ayudarlo a cambiar. Él puede hacer maravillas en su vida y ayudarle a eliminar su sentimiento o complejo de inferioridad. Con Él usted vence cualquier cosa, porque con Dios, usted es.... ¡INVENCIBLE!