Es muy común que la falta de lubricación vaginal produzca cierto dolor e insatisfacción durante una relación sexual, lo cual puede ocasionar que los encuentros eróticos se conviertan en tormento.
En determinadas circunstancias como para la práctica de sexo anal, se hace imprescindible el uso de lubricantes íntimos, así como también es muy recomendable utilizarlos con todo tipo de juguetes eróticos.
Sin embargo, puedes hacer uso de una que otra ayudita, como lo son los lubricantes sexuales, los que evitan esas molestias y hacen disfrutar -placenteramente- de las relaciones sexuales.
Te orientamos con los cinco consejos principales para elegir el lubricante perfecto.
Que sean de base acuosa: Una de las premisas a la hora de elegir un lubricante es evitar los que contengan aceites, ya que manchan las sábanas y pueden provocar que se rompa el condón con el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual o quedar embarazada. Además pueden provocar infecciones.
A base de silicona: Cuando estés preparada para un buena noche de desenfreno, querrás un lubricante poco espeso, viscoso y resbaladizo. Compra uno que contenga silicona, porque imita muy bien tus fluidos corporales.
No a los sabores: Encontrarás muchos productos con todo tipo de tentadores sabores, colores y olores. Pero cuantos más ingredientes contenga un lubricante, más posibilidades tendrás de padecer una reacción alérgica o desarrollar una infección.
Evita espermicidas: Algunos lubricantes contienen nonoxynol-9, que puede irritarte la vagina causándote una gran incomodidad cuando practiques sexo. Si has tenido alguna mala experiencia con lubricantes en el pasado, busca alguno que no lo contenga.
Aumenta sus sensaciones: Si tu amante se queja del preservativo, pon en práctica este truco tan sexi: antes de que se lo ponga, vierte una gota de lubricante dentro del condón. Este plus de humedad hará que su sensación se acerque más a la realidad.