Una serie de atentados estremeció la capital uzbeka, Tashkent, donde terroristas suicidas detonaron cargas explosivas en la sede de la Fiscalía General y junto a las embajadas de Estados Unidos y de Israel.
Al menos dos personas murieron y varias resultaron heridas en esa nueva cadena de atentados tras los registrados hace tres meses en Uzbekistán, cuyo presidente, Islám Karímov, declara a su régimen baluarte de la lucha contra el integrismo islámico en Asia Central.
La primera explosión se produjo en el vestíbulo de la Fiscalía General. Esta explosión fue provocada por un terrorista suicida y causó cinco heridos.
Minutos después, otras dos explosiones se registraron cerca de la misiones diplomáticas estadounidense e israelí, atribuidas asimismo a terroristas kamikaze.
A su vez, un representante de la policía dijo a Interfax que este atentado habrían muerto cuatro vigilantes uzbekos de la misión y cuatro transeúntes, pero esa información no fue confirmada por otras fuentes.
La tercera explosión tuvo lugar "al lado mismo del edificio de la embajada de Israel", según un portavoz.