�No sabes que el miedo paraliza?, �Acaso no te has dado cuenta de que las personas exitosas en cualquier campo de la vida vencieron sus miedos? Pasar el Atlántico, por primera vez, volando en un avión de un solo motor, luchando contra el frío, el sueño, en momentos largos, en total oscuridad y sin radar, con muy poca comunicación por radio y solo, eso lo hizo un hombre que venció su miedo a morir y triunfó. La victoria de Limbert unida a la de grandes descubridores como Colón, conquistadores como Alejandro Magno, misioneros como San Francisco Javier, libertadores de pueblos como Bolívar, profetas como Isaías y Juan Bautista, empresarios arriesgados como Henry Ford y otros, han contribuido a la marcha ascendente de la humanidad. Y tú, en tu campo de acción, no eres menos que ellos. Tienes una misión trascendente que cumplir y tu gran enemigo es el miedo.
Cultivamos miedos como fantasmas monstruosos que deambulan por la mente ocasionando pesadillas estando despiertos e impidiendo nuestro desarrollo integral. El miedo a las enfermedades, al rechazo, a hacer el ridículo, a expresar nuestras opiniones, a emprender una carrera, a cambiar de estilo de vida, a dejar amistades nocivas, a tener metas altas y aún el miedo al éxito, constituye una barrera más grande que cualquier otro obstáculo proveniente del exterior.
Tener la seguridad de que en medio de cualquier situación difícil, podemos salvar lo más importante que es la dignidad e integridad moral, la fidelidad a Dios y su presencia, las ganas de seguir luchando y superándonos y la fe profunda en la victoria.
Recordemos lo que nos dice el Señor cuando le habla a Israel: "No temas, que yo te he liberado; yo te llamé por tu nombre, tú eres mío. Si tienes que pasar por el agua, yo estaré contigo, si tienes que cruzar los ríos, no te ahogarás; si tienes que pasar por el fuego, no te quemarás, las llamas no arderán en ti. Pues yo soy tu Señor, tu salvador, el Dios Santo de Israel", Isaías, 43, 1-3. A más fe en Dios, menos miedo. Confía en �l ya que con Dios superarás tus miedos, porque con �l eres invencible. Amén.
