Con voz seria el invidente (ciego) Orlando Borrell me dijo: "Cuando vea a un ciego pidiendo dinero, no le dé. �l no pertenece a la Asociación Panameña de Ciegos". Le pregunté la razón de su petición. Me señaló que uno de los principios de la Asociación de Ciegos era no dar lástima ni pedir dinero.
Ellos comprendían su discapacidad, pero la enfrentaban capacitándose para ser útil a la sociedad.
Me enteré de las lecciones para caminar ayudados por un bastón. Aprendían a escribir con el sistema "braille". Eran preparados para valerse por sí mismo. Por eso sabían asearse y vestirse.
He tenido alumnos ciegos y siempre he admirado sus esfuerzos por integrarse a la sociedad y ser útiles.
Nunca me arrepiento de haberle dado trabajo en la Facultad de Comunicación al señor Borrell. Demostró iniciativa y habilidad para sus actividades de comunicador social.
El otro día me llegó por Internet un reportaje de una "mamá sin brazos".
Una dama joven sin brazos demostró ante las cámaras cómo puede atender al hijo pequeño... usando sólo los pies. Incluso maneja auto la extraordinaria dama.
Ver esto me recordó a un caballero sin brazos que trabajaba en el antiguo Mercado Público de la capital.
Como periodista destaqué su habilidad en hacer cosas con los pies. Era fascinante verlo...�enhebrar una aguja con los pies!
Personas que han perdido un brazo no se amilanan y hacen una vida normal.
Gente en silla de ruedas, casi sin uso de sus manos, buscan una actividad que les permita vivir en la sociedad.
Estoy seguro que usted conocerá ejemplos de discapacitados que "echan para adelante", y no buscan inspirar lástima para vivir de limosnas.
Sin embargo, existen sujetos que no quieren enfrentar la vida con las dificultades que tienen. Entonces se apoyan en el "facilismo" de extender la mano en los semáforos, pidiendo plata a las almas caritativas que por allí transitan.
En esto hay que pensar cuando el gobierno enfrenta la situación de los discapacitados.
No debe tratarse sólo de incluirlos en aulas escolares, ni cambiar instituciones. Lo que debe importar es preparar a esas personas en lo físico y psicológico, para que sean útiles y se ganen el pan "con el sudor de su frente", de manera honrada.
Cada vez que alguien ciego me pide plata no le doy. Si hay algún reproche, �échenle la culpa a Borrell!
