Unas 1,500 personas se reunieron en Dresde (este de Alemania) para recordar a Marwa El Sherbini, la egipcia asesinada hace 10 días mientras prestaba declaración en un tribunal de esa ciudad.
La muerte de El Sherbini despertó la indignación del mundo islámico y ha dado lugar a reiteradas manifestaciones de protesta ante la Embajada de Alemania en El Cairo y en Teherán por los tintes racistas y xenófobos del crimen.
"No permitamos que germine la semilla del extremismo", afirmó Nabil Yacoub, miembro del Consejo de Extranjeros de Dresde. El presidente del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), Franz M�ntefering, reclamó que "racistas y miembros de la extrema derecha" no puedan organizarse en torno a partidos políticos.