Uno de los problemas que se enfrenta en la construcción de la hidroeléctrica Changuinola I (Chan 75) es la negativa de 45 familias, que no desean ser removidas de sus hogares.
AES Changuinola ya tiene acuerdos firmados con 118 familias.
Para el proyecto debe reubicar cuatro comunidades completas: Charco de la Pava, Valle del Rey, Changuinola Arriba y Guayabal.
Los pobladores tienen dos opciones: ser reubicados en nuevas comunidades dentro del Bosque Protector Palo Seco o en comunidades fuera del bosque, en este último caso con títulos de propiedad.
Arsenio Villagra, oriundo de Valle del Rey, forma parte del 72% que llegó a un acuerdo con la empresa y del 56% que ya ha sido relocalizado fuera del bosque. El fin de semana pasado se le hizo entrega de la llave de la casa.
Villagra es padre de 5 niños y aparte de dedicarse a la agricultura, fue contratado por AES Changuinola para trabajar en la señalización vial del proyecto.
El caso de las familias que se niegan a la reubicación llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que pidió al Gobierno suspender la construcción de la hidroeléctrica.
La CIDH pidió que se suspendan las actividades hasta que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos adopte una decisión definitiva sobre las supuestas violaciones a los derechos de los indígenas.
La decisión surgió tras una denuncia que presentaron la Alianza para la Conservación y el Desarrollo (ACD), de Panamá, y Cultural Survival, de Estados Unidos, en representación de las comunidades indígenas que alegan que han sido forzadas a desalojar el área.
EL PROYECTO
Chan 75 estará ubicado en el distrito de Changuinola, provincia de Bocas del Toro, en una concesión de 6 mil hectáreas a 50 años otorgada por el Estado dentro del bosque Protector Palo Seco, área establecida para la protección de sus cuencas hidrográficas de gran potencial para la generación hídrica.
Para este proyecto se realizará una inversión aproximada de $560 millones. Las obras se iniciaron el 25 de octubre de 2007 y demorarán 42 meses para ser finalizadas, por lo que se espera que la operación comercial se inicie el primer trimestre de 2011.
Su construcción ha generado unos 1, 300 empleos directos.
DEMANDA DE ENERGIA
En Panamá, la demanda de energía tiene un incremento de 50MW por año y lamentablemente, la situación de reserva del sistema eléctrico nacional es precaria en el corto plazo. Se pronostica un crecimiento en la demanda de 5, 7% para los próximos años (en un escenario moderado), lo que constituye el principal reto que enfrentará de forma permanente el sistema energético nacional.
