Y de repente el seleccionador Dunga pareció un economista que anunciaba negativas previsiones a raíz de las turbulencias actuales que sacuden al mundo... del fútbol.
El entrenador brasileño no ve con buenos ojos la incorporación de recursos tecnológicos en los partidos de fútbol para ayudar a los árbitros a observar los detalles que no vieron o corregir los errores que segundos antes cometieron.
"Fútbol es polémica, debate. Si todo es perfecto, no habrá nada que discutir. Ustedes perderán el trabajo porque no tendrán sobre qué polemizar, y nosotros tendremos que ir a casa porque nada habrá para mejorar", filosofó.