Brasil paró ayer para acompañar la victoria de la selección brasileña contra Chile en el Mundial y los aficionados enloquecieron con la clasificación de la Canarinha a los cuartos de final.
De norte a sur del país, los brasileños volvieron a reunirse delante de los televisores en casas, bares y plazas públicas donde pudieron ver al conjunto nacional derrumbar a los chilenos por 3-0, con muchas jugadas ofensivas y buenas actuaciones de las principales estrellas del equipo.
En Río de Janeiro centenas de aficionados escogieron reunirse en una tradicional calle llena de bares en el barrio de Botafogo, donde vibraron con los goles de Juan, Luis Fabiano y Robinho.
A Brasil le tocará enfrentarse en cuartos de final contra Holanda que ayer le ganó 2-1 a Eslovaquia.