Pavel Nedved, centrocampista del Juventus, es la gran estrella de la selección de la República Checa que hoy debuta en la Eurocopa ante Letonia en el estadio de Aveiro.
"El León de Praga", como se define en su biografía, se incorporó el año pasado al olimpo futbolístico al recibir el Balón de Oro 2003, galardón que anualmente concede el semanario francés "France Football".
La vida futbolística de este jugador nunca fue fácil. Llegó a Turín con el difícil reto de sustituir a Zinedine Zidane tras la marcha de éste al Real Madrid, logro que consiguió a base de esfuerzo.
Esta temporada no ha sido un camino de rosas para el jugador. Su equipo fue eliminado en la Liga de Campeones por el Deportivo de la Coruña en los octavos de final. Y en la Liga, a trece puntos del campeón Milán, la tercera plaza le obligará a jugar la fase previa de la máxima competición europea.
Apodado por la prensa italiana como "el monje guerrero" por su apego a la vida hogareña, este checo de 32 años no ha parado de crecer desde que llegó a Italia.
Nedved debutó en la selección con una victoria por 3-1 ante la República de Irlanda en junio de 1994.