La explosión de un coche bomba en el corazón de Bagdad mató a por lo menos a 13 personas, cinco de las cuales eran contratistas extranjeros que pasaban por el lugar en un convoy, en otro brutal ataque suicida en la capital iraquí.
Dos británicos y un francés se encontraban entre los muertos. El ejército estadounidense dijo que 10 contratistas sufrieron heridas.
El ataque coincide con una ola de muertes que apuntan contra el nuevo gobierno interino iraquí, al que las autoridades de ocupación estadounidenses y británicas deberán ceder la soberanía el 30 de junio.
El primer ministro interino iraquí Iyad Allawi dijo que cinco trabajadores extranjeros murieron en el ataque. El coche bomba devastó una calle muy transitada y destrozó el frente de un edificio.