Teodora García es una jovencita de 15 años encerrada en un cuerpo de una niña de cuatro años. Para ella no ha sido fácil enfrentar la vida que lleva, pero trata de ser feliz con lo que tiene y ayudando a sus hermanos menores, que resultan ser más grandes que ella.
Ella cuando nació pesaba cuatro libras aproximadamente, pero sus padres jamás pensaron que ella se quedaría pequeña como una niña de cuatro años.
Esta pequeña gigante vive en la comunidad de Arenal Grande en Toabré, en el norte de Penonomé, mide menos de un metro, pesa 42 libras y está en sexto grado.
Teodorita, como la llama su maestra, es muy alegre y prefiere jugar con niñas de cuatro y cinco años que tienen su tamaño y no con las que tienen su edad porque la discriminan por su tamaño, y, además, juega aún con muñecas y peluches porque considera que a pesar de sus quince años, ella es una niña.
Esta pequeña cumplió hace meses sus quince años, ella solo pide de regalo una casa, comida y una telebásica en su comunidad para poder continuar con sus estudios porque para ella el tamaño no es impedimento para salir adelante, y pide al Presidente de la República que mire a su comunidad y ayude a los más necesitados porque para llegar a su comunidad hay que viajar a caballo y entre ocho y cuatro horas en cayuco.
Teodorita aspira a tener una beca porque, a pesar de su tamaño, ella es una buena estudiante, como lo certificó su maestra, quien la llevó hasta Penonomé a conocer por primera vez un vehículo de transporte y para que pudiera mirarse de cuerpo entero en un espejo.
En Coclé, Teodorita puede ser una de las jóvenes de 15 años más pequeñas y para ella no es un impedimento, es un verdadero orgullo.