Sobre el pintor y escultor panameño, José Agustín Torres, es importante señalar que ha sido de un valor innegable para la cultura de nuestro país, y causa repudio que nadie lo haya tomado en consideración como el gran maestro, pintor y escultor que fue.
Quiero señalar que gracias a un esfuerzo realizado por el periodista y amigo del escultor, Belisario Herrera Arosemena, autor del libro Panamá Vertical, que recoge parte de la vida y obra del mencionado escultor y también de la Revista Ariel publicada en abril de 1969, cuyo director fue Armando R. Mora, hijo del insigne escultor panameño José Guillermo Mora Noli, y quien fuera el primero en interesarse por dejarnos un documento escrito que trata sobre la visión del "Che Torres" en sus trabajos escultóricos y que a continuación transcribo en su totalidad.
"CHE TORRES" Y EL CLAMOR DE LOS OLVIDOS
José Agustín Torres "es un hombre desaliñado, lo representa en sus obras". Es la respuesta que obtenemos de una intelectual, cuando le preguntamos acerca de" Che Torres".
José Agustín Torres, conocido en el mundo artístico de Panamá con el apodo de "Che Torres", nació en la Ciudad de La Chorrera el 4 de diciembre de 1914. Hizo sus primeros estudios artísticos en la Escuela Nacional de Pintura, bajo la dirección del maestro Roberto Lewis y también con éste en la Escuela de Artes y Oficios. Tomó cursos de dibujo industrial, decorativo y arquitectónico.
Fueron sus maestros el señor Lewis, el arquitecto Rogelio Navarro y el pintor Louis Celerier. Estudió talla en madera con el profesor Loaiza (Colombiano) y talla en piedra con el maestro Andrés Paredes (Peruano). Es un hábil caricaturista y dibujante.
Fueron sus primeras obras: "Tres Capiteles" (desaparecida) 1928, "Pro-Mundi Beneficio" (1930), "Cargador de banano", "Picasso grande y Picasso chiquito". Es tan extensa su producción artística que ocuparíamos todo el capítulo en enumerarla y tratarla de cerca.
"Che Torres", hombre bajo, de mirada jovial y frente ancha, es el amigo de todos. El que ha conocido a "Che Torres" lo recuerda como un luchador incansable. Enemigo del odio, amigo de guardar sus sentimientos; interpretados por muchos como hipocresía. Representa dentro de los escultores panameños el intelectual perseguido constantemente por el coleccionista inescrupuloso, que sólo ansía obtener la obra de un artista para apoyar su nombre tras el telón de la falsa cultura. Sus obras demuestran su preocupación, casi metafísica, por plasmar la presencia de Dios en una roca o un trozo de madera.
Trabaja "Che Torres", como la mayoría de los artistas panameños, en un medio de piedra, un ambiente al que el intelectual tiene que robar su subsistencia. Su estudio actual está ubicado bajo un árbol de guácimo, en San Miguelito donde vive con su madre.
Le preguntamos: �Che.. es este el estudio ideal para realizar tu obra? Respondió: Sí.. aquí en este patio, rodeado de malezas, trabajo mejor.., es como estar libre dentro de una prisión! Si alguien quisiera instalarme dentro de un estudio rodeado por cuatro paredes, me negaría.., aquí puedo experimentar una fusión entre la naturaleza inconsciente que me rodea y mi naturaleza consciente que se expande cuando estoy trabajando. Trata de representar en sus obras el ego humano, la intención emocional del individuo (impresionismo). Imprime en sus obras un alma para que pueda expresarse, hablar, gritar el clamor de todos los que sufren, como él, por un ideal.
Es notable en las esculturas de "Che Torres" la influencia ejercida en él por el gran escultor misántropo "José Guillermo Mora Noli". Esta influencia la plasma, principalmente, en sus obras de piedra. El mismo confiesa: "Muchas veces me he inclinado hacia el Cilindrismo en mis trabajos de madera. Pablo Picasso ha declarado acerca de este problema que se presenta comúnmente entre los artistas: Más vale copiar a los demás que copiarse a sí mismo.
A pesar de todo, el "Che" posee una técnica innata para imprimir vitalidad y movimiento propio a sus obras. "Muchas veces", declara el "Che", "empiezo a esculpir una piedra sin saber todavía cuál será el resultado final. La mayoría de mis creaciones las he llevado amorfas en mi conciencia, hasta que están terminadas".
