En esta semana algunos panameños disfrutarán de los Carnavales o visitarán el interior. También descansarán y repararán alguna cosa en sus hogares, mientras que otros seguirán trabajando. Lo que suceda en esta semana, será otra historia.
Lo importante será lo que aprendimos de la semana pasada, con dos hechos diferentes, pero que dejaron una lección. Uno fue el anuncio del presidente de Panamá de derogar la Ley 8, que reformaba el Código Minero, y el otro fue la patada que el futbolista panameño Luis Moreno le propinó a una lechuza en la cancha de un estadio en Colombia.
Pero, �qué hemos aprendido? Viendo todas las diligencias, principalmente del pueblo indígena, consideramos que cada día más personas pueden entender y están conscientes de que las minas a cielo abierto no son compatibles con nuestro tipo de clima, y peor aún en el Caribe, donde llueve todo el año. El riesgo de perder parte de nuestra biodiversidad, de desmejorar la salud de las personas que habitan cerca a estos proyectos y la contaminación de nuestras aguas, es alto.
Por otro lado, esperamos que nuestro coterráneo Luis Moreno haya aprendido la lección y que el resto de los panameños hayamos recordado que los animales son seres vivos y que merecen respeto. Muchos equipos deportivos, organizaciones culturales y ambientales, y poblados adoptan algún animal como mascota o emblema, además de las mascotas que hay en muchos hogares. Esto es bueno, porque significa que los animales tienen un significado y un espacio en nuestros corazones. Si esto es así, �por qué maltratamos a esos seres que sólo están agradecidos por compartir nuestras vidas?
�Por qué cuando transportamos a nuestras mascotas (perros) al interior se les mete en sacos o en cajas, y viajan acaloradas en el maletero, o hasta incluso en la parrilla, como si fueran una maleta más? Cuando aprendamos a querer a nuestras mascotas, aprenderemos a valorar la vida silvestre, y por ende a toda nuestra biodiversidad. Por último, no compren loros, pericos, tortugas ni iguanas. Estos son animales silvestres y su tráfico y consumo es penado por la ley.
