El juicio contra los seis acusados del robo de los cuadros "El Grito" y "La Madonna" del pintor expresionista Edvard Munch en agosto de 2004, comenzó ayer, martes, ante el tribunal de primer instancia de Oslo, con la perspectiva de una pena menor si revelan su paradero.
Los seis están acusados de un delito que acarrea una pena mínima de 6 años y máxima de 12.
Las obras fueron sustraídas del museo de Munch en Toyen (Oslo) en agosto del 2004 por dos individuos armados con pistola ante la mirada de decenas de turistas.
Los ladrones se habrían llevado más de un millón de coronas por el golpe.
Uno de los abogados defensores solicitó al tribunal nada más comenzar la vista un aplazamiento porque la policía entregó el lunes los protocolos de 10.000 conversaciones telefónicas pinchadas, plazo insuficiente para preparar la defensa.
Ninguno de los imputados se ha declarado culpable.
La acusación caracterizó los hechos como parte de un plan criminal organizado, lo que puede incrementar el castigo hasta 17 años. No obstante, la fiscalía les ha prometido una rebaja de 5 años en caso de que cooperen y revelen el paradero de los cuadros, según el diario Aftenposten.
La acusación cree que Bjorn Hoen, de 37 años, es el cerebro de la operación, que Petter Tharaldsen, de 33, y reincidente, condujo el Audi y que Stian Skjold es uno de los dos ladrones que arrancaron las obras de las paredes de la pinacoteca. Además, en el banquillo están Morten Hugo Johansen y Petter Rosenvinge, ambos cerca de la cuarentena, y Thomas Nataas, conocido conductor de coches de carreras, acaudalado.