No hubo conversación. No se dieron detalles. Los movimientos rápidos de los paramédicos se confundían con la mirada alerta de una unidad policial.
El reloj marcaba las 10: 05 de la noche del lunes, en la Sala de Urgencias del Hospital Santo Tomás, cuando la ambulancia número 80 del SEMM abría sus puertas para ayudar a bajar la carga: un hombre de tez negra, casi robusto.
El paramédico del SEMM se armó de una silla de ruedas perteneciente al Hospital Santo Tomás, y ayudó al enfermo a acomodarse.
�Quién era? �De dónde venía? �Qué le pasó? Eran las interrogantes de las pocas personas que se encontraban en la sala de espera del nosocomio.
Más datos
Luego de unos minutos, se conoció que el recién llegado era un preso de la cárcel Tinajitas y su nombre era Alinson Murillo Guzmán, de 18 años de edad.
Aparentemente Guzmán tenía síntomas de meningitis, según una fuente extraoficial.
Guzmán quedó recluido en sala de observación para dar un diagnóstico más preciso.
Inicialmente fue atendido en el Hospital San Miguel Arcángel, en San Miguelito, pero desde allí lo trasladaron al Santo Tomás para la realización de exámenes más minuciosos.
Trascendió que Guzmán está preso por un caso de hurto.
TRANQUILIDAD: NOCHE PACIFICA
La noche del lunes fue tranquila en la Sala de Urgencias del Hospital Santo Tomás, donde casi no hubo movimiento por violencia.