Tenía diecisiete años y quería ser secretario general de la Asociación Federada de Estudiantes del Instituto Nacional. Había dos candidatos. Fuimos a los salones a prometer diversas actividades que haríamos, para beneficio de la Asociación. En mi programa de trabajo solamente puse aquellas cosas que sabía que podía realizar. Nada de mentiras ni exageraciones.
Pero el otro candidato no fue honesto. Se puso a prometer muchas cosas que se sabían nunca las haría.
�Cuál fue el resultado?
Ganó el otro, y en efecto, su administración no hizo todo lo que prometió.
Conversando esto con unos conocidos, un adulto me dijo que yo no sabía de política.
"En la política hay que prometer de todo para conseguir los votos. No importa si se sabe que son imposible".
Nunca he estado de acuerdo con este consejo. Sin embargo, parece que funciona para algunos politiqueros del patio. Sólo así se explica cómo consiguen más votos que candidatos serios.
Hay un chiste viejo que me aseguran sucedió en el interior de Panamá.
Un candidato a diputado buscaba votos en un pueblito. En su entusiasmo señaló que "les prometo que haré un puente para beneficio de la comunidad".
Entonces un campesino viejo lo interrumpió: "perdone, señor, pero en este pueblo no hay río para ese puente".
Se quedó con la boca abierta unos segundos el candidato. Pero su mente ágil encontró una respuesta adecuada que se hizo famosa:
"No se preocupen señores, "�que también les hago el río...!".
En esta época de campaña política lo que sobran son las promesas exageradas que "a legua" se sabe que nunca las harán.
Pero hay panameños ingenuos que se las creen y dan su voto al politiquero mentiroso.
Eso explicaría cómo algunos personajes negativos logran alcanzar puestos importantes de elección popular.
Claro que los políticos tienen que prometer y divulgar sus programas de trabajo. Eso es distinto a que inventen actividades.
En mi caso, nunca me he atrevido a meterme en actividades políticas. Primero porque cuesta mucho dinero que no tengo. Y segundo, soy incapaz de prometer mentiras.
Esto lo he confirmado en las únicas dos elecciones donde he participado y ganado. Tanto para Decano como Vicedecano de la Facultad de Comunicación hice campañas realistas, prometiendo actividades que logré realizar en su mayoría.
Así que señores votantes, �no se dejen engañar por los politiqueros mentirosos!
