Corre una propaganda en la que se nos pide al pueblo que "seamos justos con la justicia", siendo esta una petición irónica si la ubicamos en la perspectiva de que es precisamente la sociedad la que pide que la justicia sea justa con nosotros.
No soy autoridad policiva-represiva ni policiva-administrativa, y tampoco tengo (�gracias a Dios!) a ningún miembro de mi familia tras las rejas, pero a mi atención han llegado innumerables quejas sobre detenidos cuya culpabilidad no ha podido ser probada, fuera de toda duda, y sin embargo, siguen en las mazmorras pagando una pena por causa de un delito que no cometieron.
"Seamos justos con la justicia" reza el pregón, sin embargo las autoridades que están reclamando que seamos tolerantes y compasivos con ellos, mientras que de ellos solo recibimos una justicia parcializada, y hasta selectiva (solo hay que remitirse a las "casa por cárcel" con que son favorecidos quienes no son 'hijos de cocinera').
�Es esto justicia? �Claro que no! Es por eso que he titulado este artículo, "Entuertos Jurídicos", porque al parecer la figura de la dama que mundialmente representa a la justicia, con una venda sobre sus ojos, aquí en Panamá dicha venda ha sufrido un vergonzoso deterioro, lo cual permite a nuestra justicia un injusto y parcializado atisbo para saber quien está ante ella.
Como una ofensa e irrespeto a la inteligencia del panameño, el Presidente Martín Torrijos se sale con que quiere (seguramente ya le dieron) facultades extraordinarias, no para decretar cambios fundamentales en concepto de una mejor administración de justicia, sino para perfeccionar los maquiavélicos planes políticos que su 'dama' le prepara todas las noches, y de quien se dice es el poder detrás del trono.
"Seamos justos con la justicia", sí, pero que primero sea la propia justicia la que dé el ejemplo de esa insoslayable cualidad de equidad que exige imparcialidad por parte de sus miembros y no entuertos jurídicos.
�Au Revoir!