El destacado intelectual y hombre de leyes panameño, Carlos Iván Zúñiga ha dicho que "el repetido e injurioso estribillo que nos señalaba como un pueblo sin pulso, afectado por una anemia cívica crónica y sin los atributos de un ser consciente de su identidad, quedó fulminado", con la gesta patriótica e histórica del 9 de enero de 1964.
Han pasado 44 años desde aquel fatídico día cuando decenas de panameños cayeron abatidos por los proyectiles estadounidenses; sin embargo, de esa hazaña teñida con sangre nos ha quedado el más alto ejemplo de heroísmo mostrado por niños, jóvenes, hombres, mujeres y ancianos, como Maritza Alabarca, una pequeña en aquel entonces.
Nos viene a la memoria también el nombre de otros mártires, adolescentes y ancianos, Rosa Elena Landecho (estudiante de trece años), Gonzalo Antonio Crance Robles (catorce años), Rogelio Lara (de setenta) o Celestino Villarreta (sargento de la Policía Nacional).
La historia fue captada en fotografías, en especial el momento en que los valerosos estudiantes marchaban con la bandera hacia la Zona del Canal.
Poco se conoce de la organización cívica patriótica que de forma espontánea se organizó en cuatro frentes: la Presidencia de la República, el Instituto Nacional, la Cámara de Comercio e Industrias y el Sindicato Nacional de Periodistas.
El presidente de la dignidad, Roberto F. Chiari, logró manejar la situación en los dos frentes establecidos en este conflicto, el callejero y el diplomático. Su actitud logró contener las muertes y los heridos y promovió que los Estados Unidos iniciará negociaciones para un nuevo tratado canalero.
Al Palacio Presidencial eran llamados para conocer los acontecimientos e informar a la ciudadanía los diferentes grupos aglomerados en el Comité de la Soberanía Nacional, cuya sede era el Sindicato de Periodistas de Panamá, mientras en el Instituto Nacional se coordinaba la resistencia contra la agresión y la violación al territorio panameño.
Por su parte, en la Cámara de Comercio se discutía la ofensiva para contrarrestar las distorsiones de la información en importantes cadenas de comunicación de los Estados Unidos que acusaban al movimiento panameño de comunistas.
Este acontecimiento histórico tiene dimensiones universales porque, según los estudiosos, ocurrió en una de las décadas más importantes del siglo pasado. Era la época de la revolución musical de los Beattles, de la lucha contra la discriminación racial, de la muerte del Che y Panamá hizo su aporte al enfrentarse con firmeza al colonialismo en tierra firme latinoamericana.
El 9 de enero nos pertenece a todos sin distinción de etnia, posición social o credo político. Nunca en la historia de nuestro país estuvimos más unidos. Los resultados son notorios: un solo territorio, una sola bandera, un solo idioma, una sola jurisdicción, con el canal en manos panameñas, sin bases militares extranjeras y un país con un muy prometedor futuro.
