Si eres un ermitaño y odias las reuniones sociales, tienes que tener cuidado porque según un estudio, los solitarios están propensos ha sufrir de enfermedades coronarias.
Más de 3.000 hombres en Estados Unidos participaron en este estudio, que dio como resultado que quienes se mantenían aislados socialmente estaban muy al fondo de la escala normal.
Los varones de este grupo sufrían de estrés y estaban en mayor peligro de tener un problema cardiaco que aquellos que compartían con amigos.