Al fin el Ejecutivo anunció sus candidatos para ocupar la Procuraduría de la Nación y de la Administración. Hubo demora en hacer la designación y ese hecho impedirá un adecuado debate y revisión de los créditos y antecedentes de Ana Matilde Gómez y Oscar Ceville.
La Asamblea Nacional apenas tendrá seis días hábiles para hacer esa discusión en la respectiva comisión y el pleno.
Hasta ahora se desconocen los motivos que llevaron al presidente Torrijos a demorar hasta último momento las designaciones. Hay quienes afirman que ese es su estilo y otros alegan que era blanco de presiones de sectores poderosos para designar a determinados candidatos en el cargo.
Hay quienes cuestionan al mandatario por su inclinación de nombrar a excompañeros de colegios en puestos claves como la Contraloría y la Procuraduría de la Nación.
Independientemente de esas relaciones de la época escolar, lo que cuenta ahora es la capacidad, independencia y honestidad de los funcionarios.
En el caso particular de la nueva Procuradora de la Nación, al menos tiene experiencia en el ámbito penal. Ya fue parte del Ministerio Público e integró el equipo de la Fiscalía Especial que investigó dos asesinatos de la dictadura: el caso del sacerdote Héctor Gallego y la decapitación del médico guerrillero Hugo Spadafora.
Además laboró con la Comisión de la Verdad, que investigó los casos de los desaparecidos durante la dictadura militar.
Las causas que motivaron su salida del Ministerio Público será sin duda uno de los aspectos que deberán aclararse en los debates de la Comisión de Credenciales. El traslado a un hospital que autorizó - a pedido del abogado de un narcotraficante y del médico de éste- fue aprovechado para la fuga del reo y allí llegaron los problemas para Ana Matilde Gómez.
La oportunidad limitada por el tiempo que ofrecerá el debate en la Asamblea Nacional, debe servir para aclarar de una vez por toda esa y otras inquietudes que se tengan sobre los nuevos procuradores.