Rosita en su silla de ruedas, Hermenegilda con su nieto en brazos, un grupo de estudiantes de la cárcel de La Palma, los Emberá Wounnan y los Kunas, disfrutaban del momento en que la atención y los aplausos era sólo para ellos.
He asistido a muchas graduaciones, en la universidad, de secundaria y de primaria, cuando antes lo hacían, pero nunca a una tan emotiva e impactante como la celebrada recientemente en la provincia de Darién y que forma parte de un proyecto denominado "El maestro en casa".
"El maestro en casa" es un proyecto educativo radial que lleva dos años ejecutándose. Es auspiciado por la Universidad de Panamá, por la Emisora Voz Sin Frontera y con el apoyo financiero del Programa de Desarrollo Sostenible de Darién.
El acto de graduación tuvo como escenario la cancha deportiva de la emisora Voz Sin Frontera en Metetí. Desde la noche anterior se concentraron los estudiantes con sus familiares que llegaban después de caminar horas a través de trochas y caminos montañosos y bajar por los ríos en piragua, desde Paya, Púcuro, Mortí, El Salto, Yaviza, Sansoncito y de al menos 20 centros de estudios más, incluyendo los privados de libertad de la Cárcel de La Palma.
Unos 160 estudiantes de todas las etnias que habitan en esa provincia, recibieron su certificado de culminación de nivel primario. Todos lucían espléndidos, ataviados en el caso de los indígenas, con sus vestidos tradicionales de lujo, pintados con jagua y las kunas, con su tradicional saburrete y chaquira. Por su lado, los colonos con su sombrero típico y los negros con su camisa de mangas largas y las mujeres con un vestido hecho para la ocasión.
Los estudios son dirigidos por radio y aunque las edades de los estudiantes oscilan entre los 15 y 57 años, lo especial de esta graduación, es la pobreza, la humildad, la perseverancia, el sacrificio y el entusiasmo que empeñan estos jóvenes y adultos para cumplir un sueño.
La graduación fue emotiva, arrancó lágrimas entre las familias que vieron en sus madres, padres, tíos, hermanos y abuelos la culminación con éxito de este primer nivel.
Los estudiantes que pudieron expresar su alegría, gritaban "Viva Voz Sin Fronteras", "Viva el Programa Darién", Viva el Maestro en Casa" y olvidaron felicitarse así mismos.
