El ministro chileno de Interior, Belisario Velasco, se mostró satisfecho por la decisión del Ejército de expulsar al capitán Augusto Pinochet Molina, nieto del fallecido ex dictador Augusto Pinochet Ugarte.
El capitán Pinochet Molina fue dado de baja el miércoles, un día después de pronunciar un duro discurso político alabando el golpe de Estado de 1973, vestido de uniforme y en el funeral de su abuelo, que falleció el pasado domingo de un infarto al miocardio.
El comandante en jefe del Ejército, general Oscar Izurieta, solicitó a la presidenta Michelle Bachelet la tramitación de la baja y ésta la aprobó de inmediato.
"El comandante en jefe aplicó una sanción libremente y de acuerdo a sus atribuciones", recalcó el ministro del Interior en declaraciones a los periodistas.
El oficial, de 33 años e hijo de Augusto Pinochet Hiriart, el hijo mayor del ex gobernante de facto, afirmó que su abuelo fue un líder mundial que derrotó "en plena guerra fría, por el medio armado al gobierno marxista, que pretendía imponer su modelo totalitario (...) y lo hizo derechamente, por las armas".
"El Ejército tomó una decisión apresurada, probablemente producto de esta tremenda presión que ha recibido del Gobierno", recalcó Marco Antonio Pinochet, su padre.