"Esta no es una visita.. soy panameño, vivo aquí y este es mi hogar", enfatizó el lanzador de los Yanquis de Nueva York, Mariano Rivera, quien en los últimos días estuvo en Puerto Caimito, la tierra donde dio sus primeros pasos en el mundo y desde donde forjó un sueño que hace 15 años se hizo realidad, ser un jugador de las Grandes Ligas.
Vestido con una camiseta gris, pantalones cortos y sandalias, Rivera abrió las puertas de su casa a Crítica para conversar sobre diversos aspectos de su vida y su carrera.
AMOR AL PUERTO.
El serpentinero de los "Bombarderos del Bronx" llegó a su tierra con el propósito de celebrar su cumpleaños 40 con sus familiares y amigos. Además trajo a su padre, quien sufre de quebrantos de salud.
"El tiempo ha sido bien agradable, vine a pasar mi cumpleaños y gracias a Dios todo fue muy bien", recordó.
El cariño que siente por su pueblo le ha llevado a apoyar a personas y a organizaciones de la comunidad a través de una fundación que lleva su nombre. Uno de los proyectos más ambiciosos que tiene es la construcción de un templo para la Iglesia de Dios La Profecía.
"Una vez que podamos finalizar ese proyecto, nos podemos enfocar en las otras áreas".
Los aportes que hace para el funcionamiento de la Asociación de Pescadores Génesis y al comedor de la Escuela Victoriano Chacón son ejemplos de las obras que realiza en el lugar donde pasó su infancia y adolescencia.
BUENAS CONDICIONES.
La buena actuación que tuvo en la última temporada, donde ganó su quinto anillo de Serie Mundial, le permiten al "Expreso de Puerto Caimito" pensar que todavía puede seguir dominando a las ofensivas de la Gran Carpa.
"Sé que me queda un año de contrato, pero si Dios me lo permite me gustaría seguir jugando, quizás un año más", dijo el taponero panameño.
Esto lo sustenta el hecho de jugar una temporada de ensueño donde alcanzó y superó las barreras de los 500 salvamentos y de los mil ponches.
"Dios me ha bendecido con buenos compañeros y buenos equipos. Esa es la razón por la que los récords salieron solos. Yo siempre trato de hacer mi trabajo y hacerlo lo mejor que pueda", expresó.
EL EQUIPO.
Con la apertura del mercado de agentes libres existe la expectativa sobre los movimientos que los Yanquis harán para reforzarse.
Uno de esos movimientos podría ser la adquisición del lanzador Roy Halladay, proveniente de los Azulejos de Toronto.
Sobre esa posibilidad, Rivera comentó que sería complicado para el conjunto neoyorquino hacerse de sus servicios.
"Eso está difícil ahora mismo.. no creo que los Yanquis vuelvan a gastar la cantidad de dinero que gastaron este año", opinó.
No obstante, el serpentinero espera que al menos el equipo pueda retener a los agentes libres, Johnny Damon, Hideki Matsui y Andy Pettitte, cuyo aporte a la conquista del último Clásico de Otoño fue valioso.
"Ojalá, que podamos mantener ese núcleo que tuvimos en la temporada 2009, para así pelear y mantener el campeonato", declaró el serpentinero.