Están cayendo las hojas del calendario 2009, un año que al parecer romperá las estadísticas de homicidios cometidos en el país.
Pero lejos de los números lavados con sangre, que muchas veces suelen verse con frialdad, se esconde una triste realidad en la que los protagonistas son los males sociales que empujan a que cada vez más ese tipo de crímenes se cometan.
El móvil de esos homicidios, sea el narcotráfico o sus delitos conexos como el tumbe de drogas, la guerra entre pandillas que pelean territorio para delinquir, o la intolerancia que lleva a las personas a no respetar el derecho de los demás a pensar diferente, la extrema violencia a la que la sociedad panameña no está acostumbrada, mantiene en vilo a muchas personas.
Noviembre en cifras
Durante el penúltimo mes del año, 46 personas fueron asesinadas en el país.
Del total de homicidios cometidos hasta el 29 de noviembre, 42 eran del sexo masculino y cuatro femeninos.
Una nueva modalidad de asesinar tomó impulso en noviembre: el sicariato en moto, reportándose tres casos en lugares como Bella Vista, Santa Ana y Los Pueblos.
En el décimo primer mes del año se reportaron también cinco ajustes de cuentas (ejecuciones), uno de éstos, el de Jean Carlos Escobar Cedeño, de 19 años, que fue brutal, pues su cuerpo fue desmembrado y enterrado en un matorral cerca de la barraca Goodyear, de la Avenida Ancón, en Santa Ana.
El año pasado, en 12 meses se cometieron 653 crímenes; en los 11 meses que han transcurrido de este año, la cifra alcanza los 685 casos.
Víctimas