Fin de calvario para Gabriel Milito, ya que el defensa argentino del Barcelona recibió ayer el alta médica después de un año, siete meses y un día lesionado, tras ser operado en mayo de 2008 de ambas rodillas por la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha que sufrió ante el Manchester United el 29 de abril de 2008.
Desde entonces, Milito ha pasado 581 días sin poder jugar al fútbol. Operado nuevamente el junio de 2009, al practicársele una artroscopia en la rodilla derecha, Milito alternó su recuperación entre España y Argentina.
Su recuperación ha estado supervisada por los médicos del club azulgrana, pero también por los doctores de la selección argentina y por Ramón Cugat, el encargado de practicarle las operaciones y de seguir muy de cerca su trabajo de recuperación.
Las recaídas han sido el gran caballo de batalla de Milito, cuyo fichaje frustrado por el Real Madrid en julio de 2003 le convirtió en objeto de debate de la prensa deportiva española.
A lo largo de su larga y sufrida recuperación, varias han sido las ocasiones en las que Milito ha estado tentado de abandonar la pelea y dejar el fútbol, según su entorno más cercano.
ÚLTIMO PARTIDO
Fue el encuentro en el cual se produjo la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.