Con cierta elegancia y bien vestidos, los ladrones despistan a sus víctimas.
Ayer, martes, una señora fue el blanco de una pareja delincuente en un restaurante en el Centro Comercial El Dorado, Tumba Muerto.
La pareja entró al lugar. El hombre vestía con traje de saco y era bien parecido, según la víctima.
Con estudiada rapidez, el delincuente puso el saco sobre la cartera de la señora, recogió la prenda y salió del local con su compinche.
Su víctima se percató del hecho cuando fue a pagar. En la cartera tenía B/.300.00 para comprar baldosas y un celular.
La Policía llegó al lugar, pero las diligencias no habían rendido frutos al cierre de esta nota.
El restaurante no cuenta con seguridad para su clientela. Lo cierto es que lo que prometía ser un almuerzo ameno para tres trabajadoras de Unión FENOSA, se convirtió en pesadilla.