Tres empleados de la ONU secuestrados en Afganistán fueron dejados en libertad ilesos el martes tras casi cuatro semanas de cautiverio, y las autoridades insistieron que no fue pagado rescate alguno para su liberación.
La liberación llenó de alegría y alivio a los empleados de la ONU que trabajan en labores de ayuda en Afganistán, entre los 2.000 extranjeros dedicados a esos menesteres y que habían estado casi recluidos en sus casas y lugares de trabajo debido al suceso.
"Están libres", dijo el vocero de la ONU Manoel de Almeida e Silva.
El diplomático filipino Angelito Nayan, la británica-irlandesa Annetta Flanigan y el kosovar Shqipe Hebibi fueron secuestrados a punta de pistola cuando se desplazaban en un vehículo de la ONU el 29 de octubre en Kabul.