Los países más poderosos del mundo garantizaron su apoyo a las elecciones iraquíes del 30 de enero en las que la ONU tendrá un papel fundamental y se comprometieron a acompañar a los iraquíes en la recuperación de la unidad nacional.
"Debemos colaborar todos para que este país se convierta en una democracia", corroboró el responsable de la diplomacia estadounidense Colin Powell.
"Las elecciones que se celebrarán en enero son una etapa decisiva en la transición iraquí y es necesario que tengan lugar en un clima favorable", subrayó el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en la Conferencia sobre Irak que congregó a jefes de diplomacia del G-8 y el mundo árabe.