El pleno de la Corte Suprema de Justicia debe seleccionar mañana a uno de los tres magistrados del Tribunal Electoral, que debe reemplazar a Eduardo Valdés Escoffery en dicha Corporación.
La lista de candidatos es de 27. Al menos en esta ocasión, el Organo Judicial buscó un mecanismo que permitió a los aspirantes presentar sus créditos y explicar sus planes. Ojalá que al final impere el mejor criterio y que el proceso utilizado no sea sólo una fachada para mejorar la imagen.
En los nuevos tiempos, la sociedad reclama un adecuado proceso para seleccionar a los altos cargos de las diversas entidades públicas. Se espera que la Asamblea Nacional de Diputados y el Ejecutivo, hagan lo propio cuando les correspondan nombrar a los otros dos integrantes del Tribunal Electoral.
Dos de los actuales magistrados: Eduardo Valdés Escoffery y Dennis Allen, fueron designados entre junio y agosto de 1990. Estos llegaron tras la invasión norteamericana. Hubo un recuento de votos de los comicios anulados en mayo de 1989.
Desde entonces se organizaron las elecciones parciales de 1991, el referéndum para proscribir el ejército de 1992, las elecciones generales de 1994, el referéndum sobre la reelección presidencial de 1998, los comicios generales de 2004 y el referéndum reciente sobre la ampliación del Canal.
No hay que negar que el Tribunal Electoral actuó con transparencia en todos esos torneos y es lo menos que se espera de los hombres que sustituyan a los actuales magistrados.
Los Organos Ejecutivo, Judicial y Legislativo deben entender que hay una sociedad que observa detenidamente sus actuaciones y que no aceptará que los avances en materia electoral sufran un retroceso.