La última carrera que realizó el taxista decapitado Mario Figueroa, fue a raíz de una llamada telefónica que realizaron unos huéspedes de la pensión Mocambo, en Aguadulce.
En esta pensión estaba hospedado un menor de 17 años, que ha sido investigado en casos de robo y que utiliza siempre el mismo nombre y apellido, que son falsos, informó una fuente.
Actualmente, las autoridades están investigando a las personas que se presume realizaron la llamada que fue atendida por el taxista.