Son el toque final de una empollerada, su buena postura es tan importante como la pollera en sí
De acuerdo a Edgardo De León, catedrático universitario y folclorólogo quien ha estudiado nuestra vestimenta por décadas, los tembleques no pueden confeccionarse más grande que la mitad del rostro de la persona a la que se le vayan a colocar.
Esta explicación es ofrecida por el experto ante la gran cantidad de empolleradas que en la actualidad llevan tembleques exagerados, a los que De León sólo compara con las antenas de seres extraterrestres y que contrastan con la delicadesa de cualquier vestimenta folclórica
De León, quien recientemente lanzó al mercado su último libro "LOS TEMBLEQUES, ORNAMENTOS DE LAS EMPOLLERADAS PANAMEÑAS" sostiene que los mismos deben ser colocados según el tamaño y la forma del rostro de cada persona.
Otro aspecto que subraya el catedrático, cuyas manos han empollerado cientos de panameñas, es que los tembleques como ornamentos de la pollera nacieron al calor de las clases populares y por ello, los mismos nunca fueron confeccionados con materiales finos y costosos como oro o perlas, detalle que según él debe ser guardado y evitar el uso de estos elementos en su confección para mantener la esencia de este accesorio que con los años ha tomado preponderancia y protagonismo como parte de nuestra vestimenta folclórica.
Pero lo que más recalca, es que los tembleques jamás debe ser colocados, ni amontonado, ni que sobresalgan demasiado, ya que ello causa un efecto desagradable que puede deslucir hasta la más hermosa de las polleras.