En el 2007, la vida de César Solís, de 60 años, transcurría sin contratiempo. En junio de ese mismo año, una fiebre de más de 38 grados y un sangrado rectal excesivo y turbio, le obligó a someterse a una prueba de resonancia magnética, que le advirtió sobre el cáncer de colon.
Recuerda que los médicos no lograban determinar cuál era el origen de la alta temperatura. No fue, sino hasta cuando en el Instituto Oncológico Nacional (ION), tras varios análisis, le informaron que un tumor se le estaba formando en el colon y corría el riesgo que hiciera metástasis (en esta etapa, el cáncer desarrolla la capacidad de invadir otros tejidos).
Ya ha pasado más de un año de ese diagnóstico. En marzo de 2008, César recibió una llamada alentadora: sería el primer paciente en ingresar a la sala de operaciones del ION, donde reposa el aparato "Radiofrecuencia", utilizado para fulminar las células cancerosas.
El equipo donado por FUNDACÁNCER en el 2007 alcanza con movimientos oscilatorios en forma acelerada, altas temperaturas, suficiente para destruir las células malignas alojadas en el hígado.
De acuerdo con el jefe de Servicios de Radiología de este hospital, Héctor H. Tapia González, el procedimiento sólo abarca 12 minutos y se realiza en la Sala de Operaciones de Tomografía.
UTILIDAD DE EQUIPO
Este es el equipo utilizado a grandes temperaturas para quemar las metástasis en el hígado por el cáncer de colon. La intervención, en manos del radiólogo intervencionista Héctor Tapia, solo abarca 12 minutos.