Querido Hermano(a): Con motivo de la celebración del mes de la Patria, consideramos oportuno compartir con Ustedes, amables lectores la reflexión sobre el Día de la Independencia, que aunque de otra nación, hiciera su Santidad Juan Pablo II y cuyo mensaje bien merece que lo meditemos todos los panameños.
Cada nación tiene sus símbolos históricos, bien sean santuarios, estatuas o documentos, pero su auténtico significado reside en las verdades que representan para los ciudadanos de la propia nación y en la imagen que ellos expresan para las otras naciones. Para los Estados Unidos, su símbolo es la Estatua de la Libertad.
La Libertad, considerada en todas sus facetas debe estar basada en la verdad. Quiero repetir las palabras de Jesús: "La verdad os hará libres" (Juan 8,32). Por consiguiente hago votos para que vuestro sentimiento de libertad vaya siempre de la mano de un profundo sentido de la verdad y de la honestidad para con nosotros mismos y la realidad social.
En el mundo contemporáneo, el deseo de libertad, al igual que la búsqueda de la justicia, constituye una aspiración universal.
La Libertad conseguida debe estar ratificada cada día por el rechazo de todo aquello que lesiona, debilita o va en detrimento de la vida humana. Hago una llamada a todos los amantes de la libertad y de la justicia, a fin de que den oportunidades reales a los menesterosos, a los pobres y a los indefensos. Romped los míseros reductos de la pobreza y la ignorancia, que esclavizan a tantos hermanos y hermanas; los muros de los prejuicios aún existentes, a pesar del progreso alcanzado en orden a la igualdad, en la educación y en el trabajo; los círculos de la desesperanza que aprisionan a los que carecen de alimentos, casa y trabajo; las áreas del subdesarrollo causados por mecanismos internacionales que subordinan la existencia humana al dominio de un mal entendido progreso económico; finalmente, los inhumanos cercos de la guerra originada por la violación de los derechos fundamentales del hombre y causa, a su vez, de violaciones todavía mayores.
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